¡Échate flores! Un primer paso al amor propio...
- Soul Room
- 16 nov 2022
- 3 Min. de lectura

Hablamos mucho de autocuidado, autoconfianza, autoestima. “5 señales de que tienes una autoestima dañada”, “cómo se ve el autocuidado”, “¡confía en timismo!”, y demás títulos resuelve-todo.
Pero es más simple: la relación contigo misma es como cualquier otra relación.
Así como puedes confiar en un amigo, puedes confiar en ti. Así como hay esos amigos con los que te enfiestas, puedes “enfiestar” contigo. Así como te puedes sentir traicionado por un familiar, puedes sentirte traicionado contigo.
Amor, enojo, culpa, ternura, confidencia… todas las emociones que has sentido con un amigo, probablemente las has sentido contigo mismo, en algún momento.
A lo que quiero llegar es:
Como en cualquier relación, contigo misma la confianza, el amor, el respeto, se gana.
Tal vez en la primera cita con un potencial interés amoroso no sientes más que curiosidad. Tras escucharlo, comienzas a sentir interés. Conforme más lo conoces, puedes sentir ternura, compasión, diversión, preocupación.
Pasando por las citas, empiezan a haber gestos amistosos y románticos.
Te invita un café y una galleta. Cuando hace frío, te presta su chamarra.
Cuida que llegues bien a casa. Te da los buenos días y las buenas noches.
Te regala flores. Comparte sus emociones y pensamientos más íntimos contigo.

Poco a poco se desarrolla una confianza mutua, interés genuino, amor, compañerismo.
Esto es lo que queremos hacer con nuestra relación con nosotros mismos.
¿Te sorprende que, después de años de tratarte mal y hablarte crudamente, no quieras pasar tiempo a solas contigo?
¿Y que, después de años de mirarte al espejo e insultarte, aumentes esos insultos, agrediendo a aquel que te agredió tanto?
Como te tratas, serás tratado (¡en tu relación contigo misma también!
Te daré el tip, para comenzar tu camino hacia el amor propio…
Date a ti mismo lo que estás esperando que otros te den.
Toma las riendas de tu relación contigo, de tu felicidad. Deja de esperar que otros te hagan feliz, y hazte feliz a ti misma.
Repite conmigo: “No necesito que nadie me de nada. Lo que quiero, me lo doy.”
Comencemos en la primera cita, pensamos en romance, en gestos románticos, en acciones concretas.
Pongámoslo en práctica
¿Qué gesto te gustaría recibir de un interés amoroso?
“Quisiera que me regalara flores cada semana.”
“Desearía que me escuchara con atención.”
“Ojalá me llevara a desayunar a un lugar elegante.”
“Quisiera sentirme apoyada.”

News Flash: también puedes tener una relación romántica contigo misma (y una mucho más satisfactoria)
No nos incomodemos, no sólo me refiero a eso que estás pensando.
Piénsalo, ¿qué esperas de tu pareja? ¿Qué son aquellos gestos románticos que supones que sucederán, algún día, si esperas lo suficiente?
Date a ti mismo lo que esperas que otros te den.
¿Flores cada semana? ¡Regálatelas!
¿Escucha activa? Préstate más atención (psst! Checa nuestros talleres de Creative Journaling, para aprender un método para hacer esto).
¿Un desayuno elegante? ¡Llévate a ti misma!
¿Apoyo? Cuida de ti, como si fueras tu propia mejor amiga.
Empieza a hacer por ti lo que quieres que otros hagan. Si estos elementos son factores para que seas más feliz, ¿no te parece que es irresponsable otorgarle el poder de hacerte feliz a alguien más?
Eres la persona más interesada en hacerte feliz, préstate atención, cuídate, apapáchate, consiéntete. Cree que lo mereces, porque es así.
Te leo… ¿qué gesto romántico harás por ti esta semana?
TLDR; Empieza por darte amor en la forma más clara posible. Pregúntate: "¿qué me gustaría que otros hicieran por ti?", y házlo.
Comments